Australia

Tim Cahill anota un imponente cabezazo contra Serbia en la fase de grupos del Mundial 2010, dando a Australia una esperanza en un partido de vida o muerte. En el minuto 69, se eleva entre los defensores para conectar un centro preciso desde la derecha, enviando un potente cabezazo al fondo de la red. Su característico sentido del tiempo, fuerza en el juego aéreo y determinación brillan una vez más. El gol impulsa un último esfuerzo de los Socceroos y, aunque ganan 2-1, no es suficiente para avanzar; sin embargo, la entrega de Cahill se mantiene como un símbolo del espíritu luchador de Australia.